PERSPECTIVAS Y RETOS DE LA EDUCACIÓN EN OCIO Y TIEMPO LIBRE
RAFAEL RUIZ DE GAUNA
Director del Institut de Formació de la Fundación Pere Tarrés
La educación en el tiempo libre ha hecho y hace aportaciones
significativas e imprescindi les a la educación de niños y jóvenes, y a la intervención social y cultural del país. Se trata de una institución
educativa importante.
Los profundos cambios familiares y sociales que se están produciendo obligan a reflexionar continuamente sobre las opciones y líneas principales de trabajo para ser fieles a su vocación de servicio. Pero siempre desde el respeto a los diferentes planteamientos y a modelos que pueden convivir y formar un continuo, con el acento puesto en la dimensión comunitaria y voluntaria, o bien en la dimensión más profesional y reglada.
Algunos de los retos más compartidos podrían ser:
1. Atender las nuevas realidades, como la incorporación de niños y jóvenes recién llegados, las nuevas estructuras y dinámicas familiares, la atención a la infancia en riesgo, etc,. En este sentido, es relevante innovar y contemplar la participación más atractiva, incluso con programas especiales para las familias.
2. Participación en la dinámica comunitaria y del territorio donde están desarrollando su acción, con especial significación en la definición de relación con el mundo escolar y con los servicios sociales, en un contexto de ampliación del espacio escolar estricto (comedores escolares, actividades extraescolares, colonias, etc,.) y de impulso a los servicios sociales, tanto en las dimensiones preventivas como de intervención (centros abiertos, programas y dispositivos nuevos, etc,.).
3. Captación de voluntarios y profesionales motivados por la educación en el tiempo libre, y búsqueda de nuevas fórmulas de colaboración no sólo para jóvenes y adultos, entre los cuales pueden encontrarse personas que han vivido los centros de tiempo libre o escultismo.
4. Reflexión sobre la incorporación de adolescentes y jóvenes, y propuesta progresiva de modelos abiertos de participación y crecimiento, que tenga presente el mundo de las tecnologías de la información y la comunicación, el ocio nocturno, etc,.
5. Comunicación en todos los ámbitos del potencial educativo e influencia de las actividades de tiempo libre, que todavía se perciben como la solución a los conflictos de horario o de atención a la infnacia en riesgo, sin valorar las aportaciones que pueden hacer (vivencia del tiempo libre enriquecedor, escuela de la ciudadanía, sentido de vida, desarrollo de competencias personales y profesionales, etc,.).
6. Explicitar y trabajar por el reconocimiento de la educación en el tiempo libre, en
particular por todos los niveles de la Administración pública, y unir esfuerzos para conseguir las aportaciones económicas (conciertos) e infraestructurales necesarias para hacer una contribución social y educativa todavía más significativa.
7. La mejora de la gestión interna para hacer más eficientes estas organizaciones y
garantizar transparencia y calidad al servicio de niños y jóvenes.
8. Encontrar elementos comunes de los movimientos de tiempo libre para presentarse en sociedad suficientemente cohesionados y apostar por políticas claras de apoyo y reconocimiento.
Este número significativo de retos es un conjunto de oportunidades para impulsar la educación en el tiempo libre y adquirir su espacio social real.
El momento social y la educación de niños y jóvenes del país lo valen.
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